En las mezclas heterogéneas, las fases pueden distinguirse visualmente, y muchas veces los componentes tienen un tamaño lo suficientemente grande como para distinguirlos a simple vista. Entonces, decimos que estamos ante una mezcla heterogénea grosera. Por ejemplo: una mezcla de arena y limaduras de hierro, o una ensalada de frutas.

Cuando es preciso utilizar una lupa o microscopio para diferenciar las partículas de los distintos componentes, se denomina mezcla heterogénea fina. Por ejemplo: las suspensiones y los coloides.

Suspensiones

Son mezclas en las que las partículas de alguno de los componentes son tan finas que se mantienen suspendidas, como “colgadas” dentro de un líquido o gas. Debido a su tamaño, no pueden mantenerse así indefinidamente, y si la mezcla permanece en reposo durante un tiempo, las partículas sedimentan, es decir, se depositan en el fondo. Por ejemplo: mezcla de tiza en agua, engrudo (agua con arena) y cremas protectoras solares.

Coloides

Son mucho más finos que las suspensiones. Como sus partículas son extremadamente pequeñas, para distinguir sus componentes es necesario utilizar microscopios de alta resolución. A diferencia de las suspensiones, las fases de un coloide no se separan al dejar reposar la mezcla ni al filtrarla. Por ejemplo: la gelatina, la leche, la mayonesa, las espumas, la niebla y el humo son sistemas coloidales.